En derecho, la responsabilidad civil es la obligación de una persona de reparar un daño causado a otra persona. La responsabilidad civil puede ser adquirida por contrato (contractual) o estar estipulada por ley (extracontractual). Cuando la persona que responde por los daños es una persona diferente al autor, se llama responsabilidad por hechos ajenos.
Responsabilidad social es la carga, compromiso u obligación que los miembros de una sociedad tienen entre sí y con la propia sociedad.
La responsabilidad social puede ser positiva, en el sentido de obligarse a ejecutar determinadas acciones, y también puede ser negativa, en referencia a abstenerse de acometer determinadas acciones.
Se habla de tres tipos de responsabilidad social. A saber:
Es el compromiso y contribución voluntaria y activa de una empresa a la mejora socioeconómica de la sociedad, es decir, su compromiso con el desarrollo humano sostenible. Abarca aspectos como brindar óptimas condiciones laborales a sus empleados; ayudar a la comunidad local; dar aportes a las causas humanitarias; contribuir con el cuidado del medioambiente y ofrecer productos y servicios para el bien común. Esto redunda en el aumento de la competitividad, la valoración y el valor añadido de la empresa.
Es el compromiso de los gobiernos y entes del Estado para dictar y regular leyes que fomenten la promoción social, la justicia, el bienestar de los ciudadanos y el cuidado del ambiente.
Se refiere a las buenas prácticas ciudadanas que redundan en beneficio de la sociedad. Por ejemplo, colaboración en causas humanitarias; participación en las elecciones; observancia de la ley; cuidado del medioambiente, etc.
Se llama responsabilidad fiscal a las acciones que toman las diferentes contralorías de un Estado en materia tributaria, para establecer quiénes y en qué grado han causado daños al patrimonio público, y establecer los correctivos y sanciones necesarios para resarcir los mismos.
La responsabilidad solidaria es la obligación o compromiso de una empresa principal de responder a sus trabajadores, en caso de que existan deudas del contratista o subcontratista.
Este tipo de responsabilidad, por lo tanto, se aplica a varias personas que responden ante una obligación contraída sin que sea necesaria una declaración de insolvencia del agente principal. De este modo, el acreedor puede reclamar la deuda contra una o todas las partes a la vez.
Una sociedad de responsabilidad limitada (SRL), o simplemente sociedad limitada (SL), es un tipo de sociedad mercantil en la que la responsabilidad se limita al capital aportado. Por lo tanto, si existiesen deudas, los socios de este tipo de organización no deben responder con su patrimonio personal. En este sentido, las participaciones sociales no se corresponden con las acciones de las sociedades anónimas (SA).